Ataque de perros

¿Debemos pedalear lo más rápido posible para alejarnos? ¿debemos detenernos? Y si les decimos que las 2 opciones son válidas. Antes de empezar debemos saber por qué puede suceder la agresión, cuáles son los motivos que pueden llevar al perro a querer atacarnos. Consideramos que los 2 motivos principales son que su instinto de caza haga ver al ciclista como una posible presa o que podamos estar atravesando lo que él considera su territorio.

CONTINUAR PEDALEANDO

Si decidimos pedalear a toda velocidad para alejarnos del lugar y así evitar la agresión debemos estar seguros de alcanzar la velocidad suficiente para que el perro no nos alcance, pero también tenemos que estar ante un terreno propicio o favorable ya que no podemos hacerlo frente a un repecho o a un trillo con mucha dificultad, porque seguramente el perro logre alcanzarnos.

En el caso de que el perro nos alcance a correr en paralelo a nosotros debemos primero mantener la calma, no perder de vista al perro, pero tampoco dejar de mirar las imperfecciones del terreno, porque si nos llegamos a caer seguramente la vamos a pasar mal.

En ocaciones da resultado tirarles un chorro de agua de nuestra caramañola logrando así evitar que nos siga persiguiendo.

DETENER EL PEDALEO

Si elegimos esta opción al acercarnos a un perro agresivo, debemos disminuir la velocidad y prepararnos para descender la bicicleta. Debemos mantener la calma y demostrar que nosotros dominamos la situación para evitar la agresión inmediata, al no huir, él dejará de vernos como una posible presa, pero no debemos olvidar que si estamos atravesando lo que él considera su territorio no bajará la guardia fácilmente.

Si el perro se sigue aproximando debemos descender la bicicleta y ponerla como barrera entre él y nosotros. Debemos mantenernos erguidos, hablarle con voz firme y a través del lenguaje corporal demostrarle que tenemos el control de la situación y que no le tenemos miedo. Una vez que el perro se haya tranquilizado y ya no nos vea como una amenaza, seguramente vamos a poder alejarnos del lugar caminando.

En el caso de que siga detrás nuestro no debemos dejar de hablarle continuamente, apenas dejemos de transitar lo que el considera su territorio, seguramente va dejará de seguirnos.

En la mayoría de los casos, con estas opciones debería ser suficiente, pero como todo no hay métodos infalibles, si el perro insiste sobre nosotros podemos darle algo para mantenerlo ocupado, algo para que muerda que puede ser un palo o hasta nuestra caramañola. De esta manera lo podemos distraer un poco mientras nosotros continuamos la marcha.

Los perros no tienen el instinto natural de atacarnos, lamentablemente existen personas irresponsables que permiten que sus mascotas adopten malos hábitos.