En la bicicleta tenemos tres apoyos, nuestras manos, nuestros pies y el tercer apoyo y el más importante es el del asiento, al ser este el que recibe el mayor peso es en el que tenemos que prestar más atención a la hora de elegir el que se adapte a nosotros.
Es el responsable de que todo nuestro cuerpo esté correctamente distribuido sobre la bicicleta y es el gran responsable de la mayoría de nuestras lesiones. El asiento es creado para recibir tres puntos de presión sobre los cuales se distribuye todo el peso del cuerpo del ciclista. En estos puntos es que se apoyan los dos isquiones y el perineo, si alguno de estos tres puntos se encuentra mal apoyado la distribución del peso corporal sobre la bicicleta será errónea pudiendo llegar a producirse lesiones además de tener un rendimiento menor a la hora de ejecutar la pedalada.
Otra característica importante del asiento es si es plano o cóncavo, el asiento cóncavo hace que la presión sobre los isquiones sea un poco menor pero no nos asegura una correcta distribución de estos ya que puede permitir una torsión de la cadera hacia un lado o hacia otro (estos asientos es correcto usarlos cuando sabemos que la persona pedalea de forma totalmente derecha).
Cuando más acolchonados son los asientos menor presión sobre los isquiones y el perineo vamos a sentir, pero esto nos quita percepción de si vamos sentados derecho o si vamos sentados torcidos, por eso los asientos de competición tienen menos acolchonado y algunos llegan a no tener nada, esto hace que el ciclista vaya apoyado de forma más firme en el asiento y no disperse tanto la fuerza.
Uno de los asientos más comunes en el mercado es el asiento prostático el cual cuenta con un orificio central para que la presión en la zona perineal sea menor. Este orificio no siempre cumple con esa función ya que puede producir inestabilidad pélvica debido a que el tercer apoyo queda en ese lugar.
Debemos medir nuestro ancho de isquiones y luego corroborarlo midiendo la parte posterior del asiento que por lo general va desde 132 mm a 155 mm. Después de haber obtenido el ancho del asiento pasamos al ancho
intermedio, este ancho se encuentra a 14 cm de la punta del asiento y es muy importante ya que es el tercer apoyo (el perineo). La zona perineal es muy angosta y hace que el ciclista quede sentado en la
mitad del asiento.
Sentir presión sobre uno de los tres apoyos, por ejemplo demasiada presión sobre el perineo o demasiada presión sobre uno de los isquiones con respecto al otro nos indica que el asiento que estamos utilizando no es el correcto o quizás esté mal colocado en su alineación con la horizontal.
La mayoría de los ciclistas eligen el asiento por su estética, algo que es incorrecto. Lo primero que debemos hacer es medir nuestro ancho de isquiones, luego de obtenerlo podremos saber que tipo de asiento elegir según nuestras características.
